jueves, 16 de diciembre de 2010

Si hoy te estuviese mirando
te diría:
si te aparecieses debajo de la mesa,
correría a tu refugio,
que es el mío.
Te diría:
es la primera vez que te escribo
y sabrías que estaría mintiéndote.
Si hoy te estuviese mirando
caería en un abrazo
porque somos;
y sobre todo,
por ideología.
Diríamos:
qué bueno que existís hoy,
debajo de la mesa
que es el mundo
que es el mismo punto del que salimos
para aparecernos
debajo
al lado
del otro.
Si estuvieses golpeando las manos en mi puerta,
correría a aparecerme,
a decirte
que te nombraría refugio,
lugar,
que me quedaría a pensar
que no es la primera vez que te escribo,
por ideología,
por amor